La aerolínea boliviana cuenta con un equipo que desinfecta un avión en 15 minutos. Sistemas similares y robots son utilizados en otros países para limpiar trenes, autobuses y espacios fijos
¿Qué es el Equipo UVC con el que Amaszonas desinfecta sus aviones? La publicidad que hace la aerolínea en spots televisivos llama la atención y lleva a pensar si realmente es efectiva para deshacerse del COVID-19. ¿De qué se trata? Veámoslo a continuación.
UVC es una de las tres radiaciones ultravioletas, la C para ser precisos (la A es la UVA, la B es la UVB y la C es la UVC). Es la más nociva del grupo; tiene una longitud de onda de luz más corta y enérgica que las demás, lo que la hace especialmente dañina para los humanos. Como todas las demás, es producida por el sol, pero felizmente es absorbida por la capa de ozono por lo que nunca llega a la superficie terrestre.
El fabricante de material lumínico Philips Ligtning (ahora Signify) quiso probar la efectividad de este tipo de luz y para ello se asoció a la Universidad de Boston, en una investigación dirigida por Anthony Griffiths, profesor asociado de Microbiología de la Facultad de Medicina, como informó la compañía holandesa en un comunicado. El objetivo: probar la efectividad de la luz ultravioleta UVC en la desactivación del virus SARS-CoV-2 que causa la COVID-19, algo que se logra tras solo unos segundos de exposición. Griffiths y su equipo inocularon distintos materiales con muestras de coronavirus, y a continuación probaron a eliminarlo con diferentes dosis de radiación ultravioleta UVC a través de dispositivos desarrollados por Signiy, evaluando en el proceso la capacidad de inactivación en diversas condiciones. ¿El resultado? Un virus desactivado en segundos.
Europa Press publicó que el equipo aplicó una dosis de 5mJ/cm2, lo que resultó en una inactivación del virus SARS-CoV-2 del 99 % en seis segundos. Sobre la base de los datos, se determinó que una dosis de 22mJ/cm2 provocará una reducción del 99.9999 % en 25 segundos. Por tanto, el estudio ha «confirmado la efectividad de las lámparas UVC como una medida preventiva para las empresas e instituciones que quieren proporcionar espacios libres de virus», según Eric Rondolat, CEO de Signify.
Pero el beneficio de la luz ultravioleta UVC como desinfectante no es nuevo. Desde su hallazgo en 1878 se convirtió en un método básico de esterilización, siendo utilizado todos los días en hospitales, aviones, oficinas, fábricas de alimentos y hasta en peluquerías. También es fundamental para el proceso de potabilización del agua, pues algunos parásitos son resistentes a los antisépticos químicos como el cloro.
El especialista en enfermedades infecciosas y decano de la facultad de Medicina y Ciencia de la Universidad San Sebastián (Chile), Carlos Pérez, le dijo a la BBC: «Sabemos que la luz UVC es capaz de eliminar organismos vivos en superficies inanimadas donde se aplica, como bacterias, hongos y virus». El profesional aconseja que para utilizar esta tecnología de manera segura, es necesario un equipo especial y personal capacitado que entienda cómo aplicarla. «Se puede extrapolar. Esta luz es muy intensa y produce alteraciones irreversibles en las estructuras moleculares, en particular en su material genético», indicó.
Otro experto consultado por la BBC, Dan Arnold, explicó que «la UVC es altamente desagradable, no deberíamos estar expuestos a ella». Arnold trabaja en la empresa UV Light Technology, que proporciona equipos de desinfección en Reino Unido. «La UVB puede tomar horas para quemar, pero la UVC lo hace en segundos. Si tus ojos están expuestos… ¿sabes esa sensación arenosa que tienes si miras al sol? Es así multiplicado por 10 y solo después de unos segundos», explicó.
De ahí la sorpresa de los científicos cuando a fines de abril el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sugirió la posibilidad de irradiar los cuerpos de pacientes de COVID-19 con luz ultravioleta para curarles o «simplemente una luz potente». La idea fue ampliamente rechazada y criticada por varias autoridades sanitarias. Incluso, la Organización Mundial de la Salud (OMS) fue enfática en señalar que las lámparas ultravioletas no deben usarse para desinfectar las manos u otras áreas de la piel. «La radiación UVC puede causar irritación en la piel y dañar los ojos», informó.
En palabras del investigador del Centro de Infección e Inmunidad de la Universidad de Columbia (EEUU), David Brenner, a National Geographic, «la luz UVC no solo tiene el potencial de prevenir la propagación global del virus que causa el COVID-19, sino también futuros nuevos virus y otros más familiares como la gripe y el sarampión».
Ahora, con la irrupción del nuevo coronavirus en el mundo, la luz UVC volvió a cobrar relevancia. En China, por ejemplo, se aplica esta tecnología a autobuses todas las noches para desinfectarlos, mientras que robots han estado limpiando los pisos de hospitales con ella. Incluso los bancos desinfectan dinero con este método.
En Estados Unidos, la Autoridad Metropolitana de Transporte le dijo a la CNN que utilizará 150 lámparas móviles de dos cabezales del emprendimiento PURO Lighting para el metro y los autobuses de Nueva York. Si este programa piloto tiene éxito se extenderá a los trenes de Long Island Rail Road y Metro-North Railroad en una segunda fase; los dos ferrocarriles sirven a los suburbios de la ciudad de Nueva York. Las lámparas se utilizarán durante el cierre nocturno en los trenes subterráneos y en los períodos en los que el tránsito está fuera de servicio.
Asimismo, en Japón, la Universidad de Okayama creó un robot capaz de emitir rayos UVC en los medios de transporte público. Operarios, absolutamente protegidos con trajes de bioseguridad y antirradiaciones, se encargan de manipularlo.
Pero, ¿cómo es que llega esta tecnología a los aviones? La empresa GermFalcon patentó el primer sistema de desinfección de aviones, capaz de acabar con el COVID-19. Se trata de un robot autónomo, por lo que no tiene que intervenir el personal de limpieza directamente para no correr riesgos de contagio. La máquina utiliza luz ultravioleta para matar el virus y otros gérmenes de forma rápida, económica y efectiva, incluso de los lugares más difíciles en un avión; además, sus fundadores afirman que pueden descontaminar en solo tres minutos.
En Bolivia, el Equipo UCV de Amaszonas es un artefacto que puede atravesar la cabina de un avión en menos de 15 minutos. Su forma es como la de los carritos de servicio, solo que con alas con lámparas que se expanden sobre ambas filas de asientos. Beatriz Baldiviezo, gerente nacional de Relaciones Institucionales de la aerolínea boliviana, confirmó el uso del sistema: «Desinfecta y esteriliza las aeronaves para garantizar la bioseguridad de los pasajeros y de nuestros funcionarios». El protocolo se realiza de noche, cuando las naves Dash, Bombardier y Embraer están parqueadas en el aeropuerto de Santa Cruz de la Sierra.