La artista plástica lleva cuatro años pintando profesionalmente. Heredó el talento de su abuela y sus hijas también comparten su afición.
Desde hace cuatro años, Tania Ávila no ha parado de pintar. Lo hace ya como una profesión que le genera recursos económicos y las redes sociales han sido sus aliadas para difundir sus obras y llegar a quienes las atesorarán. De sus pinceles salen mujeres con rostros de niñas, aves y caballos, estos últimos su gran pasión al provenir de una familia ganadera en Trinidad.
Tania pertenece a la Galería de Arte Virtual Mondragón, de México, y Artmajeur Art Gallery, de Francia. En 2019 estuvo como invitada en Casacor y, al año siguiente, expuso en el hotel Camino Real, Ventura Mall y Patio Design, de Santa Cruz de la Sierra. Actualmente tiene piezas en los restaurantes Angelino y Cittadino, ambos en la capital cruceña.
¿De dónde surgen sus dotes artísticos?
Me considero una persona bendecida por haber heredado el talento de mi abuela, la artista plástica Tina Alberdi. De ella recibí mis primeras enseñanzas; pinto desde muy pequeña, porque siento el arte como parte de mi vida. Mi prima hermana Mónica Ávila también lo hace; ella es más detallista y realista, lo mío es figurativo abstracto. Me gustan las pinceladas de rasgos grandes.
¿Qué busca con sus pinturas?
Es una forma de expresión, de comunicarme con las personas. La mayoría de mis obras se caracterizan por tener la figura femenina, donde intento mostrar ternura y belleza al mismo tiempo. Me gusta que la gente al verlas sienta paz en su interior.
Los caballos también son su inspiración…
Sí, siempre han estado presente en mi vida porque mi actividad principal es la ganadería. Me encantan los caballos, son criaturas muy nobles.
¿En qué formatos pinta?
De todo. Como pinto mucho a pedido, generalmente lo hago en bastidores de 1 m por 90 cm, pero he hecho un cuadro de tres metros, justamente con caballos como protagonistas. Eso sí, aunque me pidan uno idéntico a otro no lo hago porque pierde su valor.
¿La delicadeza es parte de su estilo para pintar?
Exactamente. Los colores de mi paleta son muy suaves y eso es una característica en mis obras. Para llegar a encontrar mi estilo tomé diversos talleres con grandes artistas bolivianos y cubanos, a los que por supuesto admiro mucho.
¿Practica alguna otra disciplina artística?
No, solo pintura. No canto ni bailo (risas).
¿Alguna de sus hijas heredó su afición?
Mi hija Tania, que estudia Diseño de Moda, dibuja bellísimo; realmente me sorprendió. Mi otra hija, Lucía, es administradora de empresas, pero trabaja en artesanías para decorar habitaciones de niños.
¿Tiene algún momento del día especial para pintar?
No, no existe un momento específico para crear. Pienso que el mejor momento es cuando sentís el deseo de buscar los pinceles y es entonces cuando tu imaginación vuela. Es algo definitivamente mágico.
FOTO DE LA ARTISTA: ADRIENNE HENRY