Se fue en 2002 a Estados Unidos con ganas de ser una estrella hollywoodense. Y aunque sigue en la lucha por conseguirlo, tiene el suficiente amor propio para no desfallecer en el intento.
Capri, la famosa isla del jet set italiano, sirvió a Raúl Hurtado para crear contenido para las redes sociales de unos amigos, enriquecer su canal de YouTube y, de paso, para relajarse un poquito. El beniano, que en mayo de 2002 emigró a Estados Unidos en busca de convertirse en actor, dice haber avanzado en su objetivo pese a los obstáculos.
En Santa Cruz trabajaba como abogado junior, luego en la producción de una revista de moda y finalmente como conductor de un programa televisivo. En Miami estudió Actuación y, cuando egresó, participó en el reality Estrella Latina, en República Dominicana, donde representó a Bolivia.
Al parecer es buen trabajo crear contenido para redes sociales… Mirá vos, en Italia, haciéndolo…
Ahora la gente quiere mostrar más su vida y sus viajes a través de las redes, y buscan a gente que entienda sobre eso y les cree un marketing apropiado. Claro, otras personas lo hacen para sus empresas, y ahí también estoy yo para colaborar.
¿Cómo funciona tu canal de YouTube?
Es para todo público, desde los 16 años hasta los 100 (risas). Allí puedes encontrar dietas, comidas, jugos para bajar de peso, tips para que los hombres no gasten mucho, destinos de viajes y, a veces, lanzo mensajes motivacionales que si de amor, que si de rencor, etcétera, etcétera…
¿O sea que sos como un coach?
(Risas) Tengo muchos amigos en Estados Unidos y Bolivia que me llaman solo para contarme sus problemas y dicen que después de hablar conmigo u oír mis videos pueden tomar decisiones más claras; por eso me motivé y dije: siempre que sea para ayudar y aliviar a la gente de sus preocupaciones, ¡yo feliz!
Pero, ¿en serio lo hacés?
¡Uy! Cuéntame tus penas, tus amores y desamores y verás cómo te ayudo a olvidar y sanar. Me gusta demostrar que todo en la vida tiene solución, excepto la muerte.
Percibo que ya perdiste tu acento camba…
A la gente le cuesta adivinar de dónde provengo porque no tengo ningún acento; pero, cuando voy a Bolivia, me sale lo beniano de siempre. La forma de hablar neutra y sin modismos es buena a la hora de buscar trabajo.
¿Cuánto tiempo llevás con tu canal de YouTube?
Pues muy poco; todavía no vivo de esto. Cuando estuvimos guardados por la pandemia surgió la idea como una forma de combatir el aburrimiento; empecé con los ‘lives’ en Instagram y me gustó hacerlo. Ahora hasta me piden videos y como yo soy del pueblo y para el pueblo, les doy gusto.
¡Ah! Entonces aún los videos no son tu fuente de ingreso…
No. El día que así sea, te invito mínimo a Samaipata (risas). Por ahora mi trabajo como tal es captar empresas que necesiten capacitación sobre finanzas y marketing; lo hago desde casa, para la compañía de un amigo. Además, tengo el trabajo de marketing para redes sociales.
¿Y lo de actor dónde queda?
Planeo irme el próximo año a Los Ángeles para seguir con mi sueño. Abrirse brecha es super difícil y lo es el doble para los bolivianos, pero confío en que mentalmente atraigo lo que quiero. A veces demora un poco, pero al final llega. Creo en Dios y también en las vibras y en la atracción.
Por lo visto tenés mucho amor propio…
Así tiene que ser. La persona sin amor propio no llega a disfrutar ni a recibir lo que Dios y la vida le tienen preparado.