Los rotarios tienden puentes entre distintas culturas para promover la paz, luchar contra el analfabetismo y la pobreza, brindar agua salubre y saneamiento, y combatir las enfermedades.
Paul Harris fundó el Club Rotario de Chicago el 23 de febrero de 1905 con el propósito de reunir a diversos profesionales que puedan intercambiar ideas y forjar lazos de amistad. Pero, con el paso del tiempo, el alcance y la visión de la agrupación se extendió al servicio humanitario. Los socios llevan una larga trayectoria abordando desafíos en sus comunidades y en todo el mundo con los lemas “Dar de sí antes de pensar en sí” y “Se beneficia más quien mejor sirve”.
El compromiso rotario se mantiene en la actualidad con 35.000 clubes en 200 países. Los profesionales están presentes en todos los rincones del planeta y trabajan para dar solución a los problemas más urgentes, como por ejemplo el combate a enfermedades. «Estamos a punto de acabar con la polio de la faz de la tierra», cuenta el gobernador del Rotary Club de Bolivia, Luis Barbery Paz. «Dos mil quinientos millones de niños han sido vacunados en el mundo, gracias al gran trabajo de los rotarios y sus voluntarios que aportamos con gestiones y económicamente para hacer posible estas acciones».
Cada día los socios vuelcan su pasión, integridad y conocimiento en el diseño e implementación de proyectos con un impacto duradero; los rotarios perseveran hasta encontrar soluciones reales. Y hay que aclarar algo: ellos no hacen caridad, son una institución de servicio a la que ningún reto le parece inalcanzable.
El primer club en Bolivia surgió en La Paz, en 1927. Su gobernador, rotario desde hace más de 20 años, expresa con satisfacción lo alcanzado por la entidad a escala internacional: «Llevamos 116 años; hemos tendido puentes entre distintas culturas y continentes para promover la paz, luchar contra el analfabetismo y la pobreza, brindar agua salubre y saneamiento, y combatir las enfermedades».
En la actualidad, en Bolivia son 1.215 rotarios (hombres y mujeres), además de los jóvenes del Rotaract (de 18 a 25), Interact (de 13 a 17) y Erlyact (de 8 a 12 años). Están distribuidos en todo el país en más de 50 clubes tanto en las ciudades como en las provincias. Se deben destacar sus importantes proyectos de apoyo a la salud concretados y en los últimos tiempos los que dieron batalla contra la Covid-19. El año 2020, con el mundo paralizado por la pandemia, los rotarios nacionales gestionaron 1.422.227 de dólares para ayudar. Ese fue un logro extraordinario de profesionales que no temen soñar en grande y fijarse metas ambiciosas. Su acción continúa.