La agente inmobiliaria dedicaba parte de su vida a velar por los animales en peligro, heridos y abandonados. En su cargo en Zoonosis, hasta gasta de su sueldo para darles calidad de vida a los perros y gatos que rescatan.
Zorka Alderete es conocida en Santa Cruz de la Sierra por su trabajo en bienes raíces desde hace 15 años. En mayo de 2021 aceptó la invitación de su amigo, el alcalde Jhonny Fernández, para ocupar el cargo de subdirectora del Centro Municipal de Zoonosis (Cemzoocruz). En ese entonces, la flamante autoridad edil sabía de su pasión por los animales, al punto de salir a cualquier hora del día o de la noche a rescatar alguno en peligro, atropellado o abandonado. Ella era la indicada para el puesto.
¿Cómo cambió tu vida de rescatista al entrar a Zoonosis; se volvió más intensa?
Desde adentro es diferente, ahora puedo ayudar más. Desde afuera se tienen que poner recursos propios; por eso es que la gente no se mete a rescatar y los que lo hacen piden ayuda porque recuperar a un animalito herido o enfermo cuesta carito. En Zoonosis cuento con los veterinarios y medicamentos que necesita la gente para curar a su mascota o a un rescatadito.
Antes yo pensaba que Zoonosis era el peor lugar donde podía caer un animalito…
Cuando llegué acá todo era pésimo, empezando por los vehículos en los que se rescatan a los animales. No entiendo cómo lo hacían con sus carrocerías llenas de huecos corroídos, con el riesgo de que los animalitos metan sus patas en ellos y terminen lastimados, y a veces más de lo que pudiesen estar. Tenían operaciones pésimas y la comida que les daban era tan mala que ellos se negaban a comerla; realmente no tenían una buena calidad de vida.
¿Qué has hecho vos?
Hice arreglar los vehículos, mandé construir un gatil donde los gatitos tienen tierrita y un parque donde se trepan y juegan… Las esterilizaciones ahora son seguras, porque hasta buenos hilos de sutura compré y, además, porque se contrataron profesionales que de verdad saben lo que hacen. Aquí no importó si son o no del partido, es gente valiosa y eso es lo que cuenta. Entre el personal contratado está Mikael Tapia, un chico que es mi mano derecha; antes era voluntario, ahora ya está en planilla. Él se encarga de cocinarles todos los días a los animalitos y les hace la psicología: les enseña a confiar nuevamente en los humanos.
¿Ya comen rico?
Gracias a la ayuda de Frimup (el matadero municipal) tenemos menudencias y recortes de carnes para ellos. Ahora están bien tratados, ¡hasta churrasco ya comen! (Risas).
¿Cuántos animales tienen?
Tenemos 40 perritos y 35 gatitos, o sea, estamos en nuestra máxima capacidad. Hay veces en que obligadamente metemos cuatro perros en un canil, pero gracias a Dios salen adoptados.
¿Funcionan las ferias de adopción?
Sí. La primera que se hizo en Cemzoocruz fue en mi gestión y resultó exitosa. ¡Vaciamos todo el albergue! Realmente fue un ejemplo para los Zoonosis del resto del país. Para este mes de abril tenemos planificado una y estamos seguros de que lograremos darlos todos nuevamente. No las hacemos seguido porque recuperarlos de sus lesiones toma tiempo.
Cuando los dan en adopción, ¿termina la relación de Zoonosis con ellos o la cosa funciona como en los hogares, con seguimiento a los adoptadores?
Sí, tenemos un sector de bienestar animal que se encarga de ver todas las adopciones y de hacer los seguimientos respectivos. Cuando se detecta un mal adoptador, porque sí los hemos tenido, se recupera al animalito.
¿Y cómo les va con los gatitos? Entiendo que cuesta más encontrarles hogares…
Sí, cuesta más; pero gracias a Dios igual se los llevan.
¿Solo rescatan y dan en adopción perros y gatos?
También caballos. Obviamente, para entregarlos hay requisitos especiales, entre ellos que el solicitante tenga una propiedad. Hemos dado varios en adopción, pero seguimos rescatando. Ahorita tenemos 20.
¿Ustedes les quitan los caballos a los que infringen la ley contra los vehículos de tracción animal?
Deberíamos hacerlo y lo haremos cuando tengamos espacio para tenerlos. El anterior Gobierno Municipal hizo un convenio con los dueños de carrozas que les permite su uso del quinto anillo hacia afuera de la ciudad; entendiendo que a partir de allí los caballos no están expuestos a accidentes automovilísticos y caminan sobre calles de tierra, además de que son parte de su fuente de trabajo.
Pero la ley es para todo el municipio, no solo para algunos anillos…
Claro que sí, pero el convenio está. Quisiera hacerlo porque es realmente una pena ver a los animalitos cargados en pleno sol.
He visto en tu ‘face’ que seguís con la venta de inmuebles, ¿por qué?
Porque sé que la política no es eterna y tengo que conservar mi fuente de ingresos de años. Además, mi sueldo no es guau (risas), y gran parte se me va en el albergue: compro comida especial para las mamás gatitas, juguetes, premios y medicamentos que no tenemos. Pero no me pesa; soy feliz haciendo lo que hago.
¿Tenés mascotas?
Claro que sí. Tengo tres gatitos y una perrita mestiza rescatada; soy enamorada de Luana. La encontré atropellada en el Urubó y lamentablemente no pudieron componerle una patita y quedó atrofiada; pero aún así ella es muy activa y feliz. ¡Cómo cambian los animalitos cuando se les da amor!