El histrión boliviano continúa en México abriéndose paso en el mundo de la actuación. Apunta a personajes que lo involucren y, por su madre, trabaja para no ser fuego de chala.
Desde el 5 de noviembre, a Erwin Berzaín se lo puede ver en la tercera temporada de Narcos, la teleserie de Netflix que —obviamente— trata de los negocios y luchas entre traficantes de droga, inventados y reales. Por segunda vez el boliviano aparece en este tipo de historias; la primera fue El señor de los cielos, en su séptima entrega. Y, a propósito, ¿habrá otra? «Sobre la continuidad del proyecto se habló en su momento, pero con la idea de que se llame otra cosa; el personaje principal había muerto y ya no tiene sentido mantener su nombre», refiere el actor. «A mi personaje no lo mataron, terminó escapando con la coronela Maldonado (Dayana Garroz). El tiempo dirá si la serie vuelve y si yo daré continuidad a Lázaro».
En una escena, la coronela te preguntó de dónde eras. ¿Estaba en el guion que le dijeras que sos de Santa Cruz?
En el guion solo decía que diga Bolivia, pero me pareció interesante que mi personaje tenga orgullo de su origen. Fue una gran satisfacción que la producción me haya dado libertad para que en la serie más vista de Latinoamérica yo pueda decir que era de Santa Cruz.
¿Cómo fue que lograste el papel en El señor de los cielos?
Fue gracias al escritor de la serie, Luis Zelkowicz, que me vio en el estreno de Soren (película de Juan Carlos Valdivia) aquí en México. Me dijo que justo estaba buscando un personaje cubano, pero que lo podía adaptar para que sea boliviano.
¿Qué tal fue tu rol en la película El baile de los 41? ¿Algo parecido con el de Tu me manques?
Sabes que sentí muchas similitudes en ambos proyectos; ambas son historias lgbt y están basadas en hechos reales. De las dos películas he podido rescatar relaciones con personas que aún sigo queriendo y apreciando. Por otro lado, tengo que decir que en Tu me manques sí tuve un rol más hablado, aunque muchas escenas quedaron en el cuarto de edición; lo mismo siento que pasó en ‘El baile’, donde no hubo diálogos de mi personaje, pero sí mucha visualización con los 41. Son los gajes del oficio y hay que seguir trabajando para que ningún director termine editándote. Curiosamente, ambas películas estuvieron en el Festival de Cine de Guadalajara.
Vos estudiabas Arquitectura antes de dedicarte a la actuación, ¿alguna vez sentiste que le pelaste en el cambio o no?
No realmente. Aunque muchas veces siento que tomo malas decisiones, luego las mismas circunstancias me dicen que estoy en el camino correcto, en el lugar correcto y rodeado de la gente correcta. Toda decisión atrae cosas buenas y cosas malas; el arte está en saber sacarle provecho a cualquier situación.
¿Qué te hizo cambiar Arquitectura por actuación?
Creo que nunca hice ese cambio, simplemente hice una pausa y decidí probar otra cosa. Sucedió en un momento de juventud en el que me sentía empoderado y la voz de la actuación me estaba llamando. Algún día volveré a la Arquitectura, de una u otra manera.
¿Qué dijo tu madre cuando supieron de esa “pausa”?
Antes de decírselo me conseguí un trabajo para no depender económicamente de ella. Además, me parecía que era un buen momento para independizarme, ya tenía 20 años. No estaba muy convencida de mi decisión, pero sí me dejó claro que no la dejara a medias; me dijo que no sea fuego e’chala.
¿Qué experiencia te dejó Despéiname la vida?
Si bien ‘Despéiname’ fue un proyecto que me ayudó a foguearme con el formato televisivo, las experiencias que he vivido en México me han ayudado a entender más el medio y a saber proyectarme como actor.
¿Adónde apuntás como actor?
Apuntó a personajes que me movilicen como persona, que me involucren, que me afecten… Ese es el tipo de rol que me interesa, el actor que soy; que no sea solo ir a marcar tarjeta y esperar en el camper, actuar e irme.
¿Preferís trabajar en series, películas o telenovelas?
La telenovela la veo como un reto; creo soy demasiado cínico para un formato así, aunque todo puede ser si se hace con seriedad y profesionalismo. Por lo pronto deseo seguir con las series y el cine, pero también quiero volver al lugar más noble de esta profesión, el teatro.