Aunque por el momento está dedicado al grafiti mural, es un experto también en grafiti, sticker y mural. Lleva 12 años inmerso en el mundo artístico.
Harry Montec puede pintar figuras geométricas en una maceta como un jaguar en una pared. El tamaño de la superficie es lo de menos cuando se trata de plasmar sus sentimientos. «Normalmente pinto lo que me nace, porque es un proceso creativo para mí tratar de componer algo, tanto cuando solicitan un trabajo mío o si es un pedido específico. Entonces, cuando es a pedido pinto para mí y para la empresa o persona que requiere mi arte», comenta el artista cruceño, descendiente “cochalo-valluna”, según su propia descripción.
Su nombre real es Harri Montecinos Banegas, pero también es conocido como “Mogli”, quizá por parecerse físicamente al protagonista de El libro de la selva o por andar encaramado en andamios en intervenciones urbanas. «Me considero artista urbano desde el interés y ejercicio que realizo al momento de intervenir y observar los espacios en las calles», expresa. El hombre está inmerso en ese mundo de imágenes y colores desde hace 12 años, tras estudiar Arte en la Universidad Gabriel René Moreno.
Aunque por el momento está dedicado al grafiti mural, es un experto también en grafiti, sticker y mural. No, no se trata de la misma disciplina con diferentes nombres. Si bien todas son parte del arte callejero, cada una es diferente y lo aclaramos: el grafiti es una pintada en paredes, portones y muros con ilustraciones más o menos abstractas, hasta mensajes de protesta escritos con pintura, generalmente esténcil o aerosol. El sticker es un arte donde la imagen va en un adhesivo casi siempre con mensajes sociales y políticos. El muralismo cuenta una historia en muros y hasta techos, y por lo general es un elemento decorativo de la arquitectura realizado con pinturas para pared. Y aquí está la particularidad del trabajo de Harry Montec: hace murales utilizando aerosoles, lo que pasa a llamarse grafiti mural.
Algunas de sus obras pictóricas pueden apreciarse en la Alianza Francesa, en la Manzana Uno (donde trabajó con Arterias Urbanas), en el espacio de arte La Federal, en Bee Coffe, en el restaurante República, en el Oncológico, en la WWF, entre otros sitios de Santa Cruz. Asimismo, su pintura llegó a Mar del Plata (Argentina), donde asistió a un encuentro de artistas.
Actualmente, “Mogli” realiza un estudio sobre el arte objeto; es decir, busca transformar en esculturas objetos cotidianos que se ven en la calle, cambiando su concepto o percepción. Por otro lado, confiesa que le encantaría trabajar en lo digital: llevar elementos iconográficos que crea plásticamente a imágenes en 3D y editarlos digitalmente. Seguro que lo logrará.