By El artista es director de las galerías de Ateneo del Campo y profesor de la Academia de Artes Figurativas de la Fundación Roca Gravato. Tiene 26 años y es boliviano-venezolano.
En el centro cultural Ateneo del Campo, la reproducción de una obra destaca entre todas: Las meninas, óleo del español Diego Velázquez. Sus dimensiones, tal como la original (320 x 280), concitan la atención del público entendido en arte, que no deja de admirar su belleza y maestría. Su autor es Betzalel Maida Galicia, director pro tempore de las galerías y profesor de la Academia de Artes Figurativas de la Fundación Roca Gravato (doble vía a La Guardia, km 9, en Santa Cruz).
Maida reprodujo el famoso cuadro del Museo del Prado en Madrid para acercarlo a quienes no han tenido la oportunidad de ver obras de grandes maestros del arte. Demoró un año en hacerlo. Según él, a través de las réplicas, el público puede interactuar con los artistas y conocer con ellos más del trabajo de los genios de la pintura de distintas épocas de la historia. ¿Por qué no la firmó? «Por respeto al artista que la pintó. Es parte de la misión de nuestra fundación: estimular el desarrollo de la ética y la ética del arte».
La influencia artística de Betzalel Maida viene de su madre, una artesana venezolana que descubrió el potencial de su hijo en el taller que tenía en casa. Y aunque más tarde lo inscribió en una academia donde se formó en dibujo y pintura, el joven terminó estudiando Administración de Empresas. Sin embargo, continuó desarrollándose en las artes, exponiendo en diversas muestras colectivas. «Fue un plan B, por si el arte no rendía sus frutos», confiesa.
Al ser también boliviano por su padre, hace tres años decidió venir a Bolivia en busca de mejores oportunidades. Dice haber tocado muchas puertas en busca de apoyo, pero fue la Fundación Roca Gravato la que valoró su talento. Con sus creadores, Luis Alberto Roca y Rita Gravato, inauguró el salón de artistas residentes en Bolivia con la exposición “Ergo, Venus” y fundó la Academia de Artes Figurativas.
“Ergo, Venus” es una colección de 15 pinturas donde la mujer es protagonista con detalles que mezclan el pasado y el presente. Así, Betzalel Maida nos muestra damas sensuales que pueden llevar ropaje de la Grecia clásica y tatuajes modernos, y portar en sus manos un celular o un reloj. Fue la primera muestra en solitario del artista que pinta desde sus 13 años y que se ha decantado por lo figurativo en óleo, carboncillo, acuarela y pastel. Sus referentes son los españoles Joaquín Sorolla (1863–1923) y Diego Velázquez (1599-1660), el inglés John William Godward (1861-1922) y el estadounidense John Singer Sargent (1856–1925).
Con 26 años, el artista boliviano-venezolano asegura tener mucho por hacer. Piensa seguir fortaleciendo la Fundación Roca Gravato y la academia. Asimismo, pretende estudiar las obras de Rembrandt (1606-1669) y otros maestros neerlandeses para sumarlos a la galería de réplicas de autores universales. Por el momento no tiene planes para montar alguna exposición en Venezuela y tampoco para regresar. «Aquí he recibido la oportunidad de impulsar mi carrera artística. Si bien el país donde nací y me formé tiene un gran desarrollo artístico en sus diferentes expresiones, los conflictos políticos, económicos y sociales lo han afectado. En Bolivia hay oportunidad para trabajar en las artes».
