Aunque soñó siempre con ser actor, supo que primero tenía que asegurar su futuro. Su gusto por las habas fritas lo llevó a emprender en el rubro de los piqueos y ahora también produce otras variedades.
Hace un año se estrenaba la película Tres pasos al frente y en ella debutaba Daniel Asín, un cochabambino que desde joven soñó con ser actor. «De hecho, yo decía que aunque sea de extra me gustaría estar en el cine. Fue un sueño cumplido y creo que me salió fácil: en mi primer casting fui elegido para ser una especie de antagonista», recuerda.
La oportunidad surgió tras asegurar su futuro con su empresa Crunchis, productora y comercializadora de haba, papa, chuspillo (maíz), arveja y camote frito, además de pipocas y maní con uvas pasas. La creó estando en la universidad, donde estudió Administración e Ingeniería Financiera. No fue sencillo hacerlo; cambió de socios varias veces hasta que el premio de un concurso lo hizo dueño absoluto.
Daniel puede ser considerado como el empresario que más premios ha ganado en Cochabamba. «He participado en varios; los que organizan bancos, revistas y organizaciones. De ellos he recibido dinero en efectivo y asesoramiento, pero también logré buenos contactos, reuniones y estar en ferias», indica. En 10 años consiguió posicionar Crunchis que, al principio, solo producía habas fritas que vendía en colegios y tiendas de barrio.
Hoy las habas siguen siendo el producto estrella de la compañía, tanto que se está pensando en su exportación. «Son un alimento muy representativo de Bolivia», expresa. «Se me ocurrió elaborarlas porque me gustaban muchísimo, tanto que compraba bolsas para tener en la guantera del auto e invitar a los amigos». Y sí, quiso hacerlas, pero asegurando ingredientes de calidad y embolsado higiénico.
La cuarentena por el covid le cerró los colegios y tuvo que llevar sus piqueos a los pueblitos cercanos a la “llajta”. Pronto esos lugares también se aislaron, así que vio oportuno visitar los supermercados. Las exigencias eran muchas y todas fueron cumplidas. «Eso nos ayudó a mantenernos vivos», dice. Hoy sus productos están en tiendas de barrio y en todos los ‘súper’ de Cochabamba, en los Hipermaxi de La Paz y en el IC Norte de Santa Cruz de la Sierra.
Incontables veces he llorado pensando que no me estaba yendo bien»
Daniel Asín quiso hacer empresa aprovechando su juventud y ahora puede dar fe de que eso es posible pese a los problemas económicos, políticos y sociales del país. «Es bastante difícil, pero hay que ser perseverantes. Cuando uno lo logra, la satisfacción es inmensa», manifiesta. «Mis primeros años fueron muy complicados; incontables veces he llorado pensando que no me estaba yendo bien. Me despertaba de madrugada a comprobar que los números que había hecho estén bien; tenía miedo de estar perdiendo».
Ya su empresa marcha viento en popa y su vida es más relajada y estable. Por ello quiere dedicarse también al cine y a su gusto por escribir; en unos meses publicará una novela que contará la historia de amor de sus padres. Un día pretende hacer una película basada en ella.
Ha participado en videoclips de grupos musicales y en publicidades. Las críticas a su primer trabajo en cine lo anima a seguir buscando espacios en el mundo del séptimo arte y hasta piensa campearse en el extranjero. Hace poco, en Nueva York, ganó una competencia de actuación de monólogos. Es algo que lo apasiona, como sus “crunchis”.
DATOS
Facebook de Crunchis: https://www.facebook.com/crunchisbolivia
Pedidos de Crunchis: https://wa.me/59170752515