Es su salón de belleza, donde ama maquillar. Lo soñó desde que era una adolescente y al fin lo abrió hace dos años.
El miedo al fracaso hizo que Cesia Ruiz Bozo postergara su sueño de adolescente por mucho tiempo. Quería ser maquilladora y tener su propio negocio, pero siempre pasaba algo que la frenaba. «Era muy insegura, no me animaba ni siquiera a tomar cursos. Además, los nacimientos de mis hijos hicieron que la idea se estancara y el tiempo pasase», cuenta la ahora dueña de Halo, un moderno salón de belleza en Santa Cruz de la Sierra.
Fue hace dos años, en 2021, cuando decidió aprender y emprender. Estaba embarazada de su quinto hijo y faltando poco para terminar el curso, el bebé llegó. Ante ello tuvo que hacer una pausa, pero retomó las clases cuando el niño tenía un mes de nacido. No podía dejar que pase más tiempo.
«Mi madre (Marianela Bozo) y mi esposo (José Suárez) me animaron a empezar y a seguir; me decían que yo podía. Estudié desde cero en la escuela de Mary Lizzie y luego en la de Yoselin Cuellar», indica Cesia, cuyo nombre es el de una de las hijas del bíblico Job, nacida después de la prosperidad prodigada por Dios. Su familia es religiosa y de ahí viene el nombre de su salón: Halo. «Es la aureola de los ángeles».
La paz buscada por muchos, esta maquilladora cruceña también la quiere para sí y para su clientela. Por eso ideó un lugar en el que todos se sientan bien; con una atmósfera relajada. «Aquí yo me olvido del mundo», asegura. «Amo lo que hago; me encanta maquillar y resaltar la belleza de mis clientas».
Aunque desea tomar clases en el extranjero, el cuidado de sus hijos no se lo permite por ahora; además de estar pendiente de sus tareas escolares, tiene que llevarlos a clases de gimnasia artística: son campeones en esa disciplina y representan a Santa Cruz en torneos nacionales. Sin embargo, mediante las redes, siempre está atenta a las tendencias de maquillaje.
Consultada sobre expandir su negocio, expresó que aún no lo ha pensado. «Por ahora estoy enfocada al lugarcito que tengo, en el que mis clientas se sienten como en sus casas y pueden pedirme lo que deseen. Yo siempre trataré de complacerlas; algunas me piden maquillajes bien extravagantes y yo estoy ahí para lograrlos».
Cesia Ruiz se define como una estilista completa; hace cortes cuando se lo piden o cuando todas sus funcionarias están ocupadas. Por el momento no prestan servicio de peluquería a varones, pero si desean manicura y pedicura, lavado de cabello y depilación, en Halo se lo pueden hacer.
Asumió el rol de mamá a los 17 años, cuando nació Sofía (15). Después vinieron las gemelas Tamara y Nayara (8), el varoncito Emanuel (7) y el surrapo, Ezequiel (4). «Fue muy difícil y más al haber sido la hija consentida. Pero mi madre me enseñó a ser responsable y tuve que empezar a madurar cuando todas mis amigas bolicheaban y paseaban», manifiesta. «Ahora, con una familia grande, agradezco a Dios por todo lo que he pasado y lo que me ha dado».