Chateando

A CYNTHIA BARRERO NO LE INTERESAN LOS PRODUCTOS QUE NO DEN FELICIDAD

Famosa por su mechón blanco, la experta en venta de productos masivos enfrentó la cuarentena rígida produciendo y sintiéndose útil impartiendo sus conocimientos.

A Cynthia Barrero la identifican por su anterior trabajo en una distribuidora de bebidas, pero más por un mechón blanco en la parte frontal de su cabellera. Actualmente, es gerenta comercial de Embotelladora de Refrescos Internacionales (ERI) y continúa impartiendo clases en Bussines School de la Universidad Gabriel René Moreno, de Santa Cruz.

Su talento para las ventas de productos masivos es de sobra conocido: en el mundo de la farándula -en tiempos prepandemia- ella estaba presente en fiestas y eventos promocionando vinos, whiskys, champañas y otras bebidas espirituosas. Con 30 años en el rubro, Cynthia es una autoridad en marketing.

¿Cuesta vender o depende del servicio o producto?
Siempre decimos que es fácil producir y que lo difícil es vender. Las técnicas de ventas ayudan a la introducción de los productos, pero finalmente todos cuestan vender porque tienen competencia.

¿Qué considera usted que no podría vender nunca?
Productos o servicios que no dan felicidad.

¿Como cuáles, por ejemplo?
No dan felicidad los productos que nosotros no buscamos, los que nos imponen o estamos obligados a tenerlos. Por ejemplo, el alcohol que ahora tenemos que comprar para desinfectarnos, o el barbijo que hay que usar para protegernos…

¿Qué ha hecho para enfrentar a la pandemia y cuarentena en su trabajo?
Como todos he tenido que reinventarme trabajando de forma online, ofertando los productos con catálogos virtuales y haciendo ventas con delivery… Para la capacitación de los vendedores he utilizado los medios electrónicos y el contacto con los clientes ha sido a través de Whatsapp… Mis clases en la universidad han tenido que volverse también digitales.

¿Cómo reaccionó para mantener la empresa a flote?
Inicialmente contactando a los clientes para que cuiden su salud. Luego, haciendo que la empresa produzca para poder vender en los centros permitidos; había que continuar con la actividad para que el impacto no sea desastroso y se pueda mantener la empresa. Se procuró no parar nunca.

¿En algún momento sintió miedo por la situación económica?
Sí, claro. Aún tengo miedo, pero siempre pienso que hay que seguir adelante con entusiasmo. Y respecto al tema del coronavirus, lo mismo; sé que la enfermedad está cada vez más cerca, pero continúo trabajando sin bajar la guardia.

¿Usted se enoja cuando no tiene buenas ventas?
Sí, claro. Pero no me quedo quieta: busco opciones para mejorar el resultado; entiendo que todo puede mejorar si se trabaja más o de otra manera. No hay que quedarse parado y enojado.

Y hablando de otra cosa, ¿qué pasó con su mechón blanco?
No sé. ¡De repente toda mi cabeza se volvió blanca!

¿Desde cuándo lo tenía? Yo la conocí con ese mechón…
Empezó como un lunar pequeño que fue creciendo. Nunca se me pasó por la cabeza teñirlo, me gustaba, y ahora me gusta que todo esté blanco. Heredé las canas de la familia de mi madre; mis hermanas y mi hija (Luciana) también las tienen.

¿Y qué más heredó de usted su hija?
Heredó mi perseverancia. Ella nunca se rinde hasta obtener el resultado buscado, los objetivos que se traza; eso es muy bueno.

¿Y cómo le va con la docencia?
Me gusta enseñar, compartir las experiencias laborales, las técnicas de ventas y de marketing. La docencia me mantiene actualizada y en esta época de pandemia fue una actividad que me permitió sentirme útil; el estar en una plataforma online con mis alumnos me hizo pasar de mejor manera la época tan complicada que vivimos.

Por muchos años usted vendió bebidas alcohólicas, ¿las consume?
Me gustan las bebidas por la magia que tienen. Las tomo socialmente y para venderlas aprendí sus características, diferencias y orígenes. Me enamoré de los vinos, tanto que formé un club con amigos; con ellos ahora hacemos catas de forma digital.

¿Cuál es su vino favorito?
Todos los vinos me gustan, pero mi favorito es el que tomo en un momento especial y me produce felicidad.

¿Le gustan las fiestas?
No soy muy fiestera, pero sí me encanta estar con amigos tomando vino y haciendo maridajes.

¿Qué decía su esposo cuando usted tenía que salir por trabajo en las noches a algún evento, degustación o fiesta?
Fue todo un aprendizaje y siempre le agradezco por la paciencia que tuvo. Cuando podía me acompañaba, y lo más importante: él siempre sabía dónde yo estaba.

Okey Bolivia
Nacimos para resaltar las cosas buenas de la vida; para conversar, apoyar el talento y el trabajo de la gente.

You may also like

Comments are closed.