Él sabe lo que es vivir la vida loca, con marihuana incluida. Ahora transita el camino del éxito interpretando sus creaciones en ritmo de dembow y trap.“Johnny Cash” y “Pedidos Yema” son algunos títulos que se pueden encontrar en las plataformas de música digitales
Corona lleva haciendo música desde el 2014, pero profesionalmente empezó hace un año y medio, el mismo tiempo que tiene de “cero marihuana”. No, no leyó mal: el cantante de “Johnny Cash” y “Pedidos Yema”, entre otros éxitos que se escuchan en las plataformas musicales, no esconde su pasado y bien puede ser un ejemplo de que cuando se quiere salir de la mala vida, se puede.
La música le sirvió para volver al camino correcto. Fue por ese arte que tuvo llegada a zonas donde no tenía pisada por ser pandillero. Sus entonces enemigos se identificaron con sus canciones y las peleas terminaron. Juan Rafael Coronado es su nombre, habitante desde siempre del barrio Virgen de Guadalupe, donde ahora tiene un café internet. Sin embargo, fue en el San Joaquín donde lo dejaron solo con el apelativo de Corona. A ese lugar y al Melchor Pinto iba a rapear con su grupo Cruz Santa, conformado por amigos que terminaron en situación de calle, rodando en los vicios y dos de ellos incluso en la cárcel.
Actualmente, por una cuestión comercial, Corona también canta dembow y trap, y cuenta con un equipo, una productora y un mánager. Si lo escuchan los más de 50.000 seguidores que tiene su página en Facebook, debe ser por algo.
¿Cómo hacés tus canciones?
Busco pistas en YouTube de artistas que me inspiren, como Pablo Chill-E, por ejemplo; las escucho y si me gustan digo: “¡Ah! En esta música puede entrar este tipo de letra. Creo un coro en el instante, algo que vaya al ritmo de la pista y ya lo demás sale solo, creo la letra y todo; siempre tratando de meter las vivencias que he tenido. Nunca he cantado ni cantaré nada que yo no haya compuesto.
¿Cuántas canciones has creado?
¡Pucha! No sabría decirte. Con mi grupo calculo que tenía unos seis temas; cuando me salí para trabajar porque mi mujer estaba en gestación, dejé de hacerlo. Después volví y hasta el momento debo tener unas ocho canciones.
¿Por qué quisiste dedicarte a esto profesionalmente?
Conocí a un amigo, Alejandro Suárez, él es quien me ayuda en el manejo y en todo. Así fue como empezamos a meterle más ganas, me incentivó hartísimo y me daba muchísimas ideas.
¿Estudiaste algo?
Mirá, yo salí bachiller de un colegio de convenio a mis 16 años; ingresé a la Gabriel (René Moreno) a estudiar Ingeniería Industrial, de ahí me pasé a Informática… Estuve como unos tres meses en eso; ya después no iba mucho y me dediqué a estar en la calle.
¿A qué te referís con “estar en la calle”?
A que me dediqué a la joda, pues. Me dediqué a fumar marihuana y a tomar trago. Eso, me dejé llevar (risas).
¿Y ya pasó esa etapa?
Ponele que hace unos dos años ya estoy fuera de eso; sano totalmente. Bueno, le meto al licor, alcohol, cerveza… eso sí nunca lo he dejado; es lo normal, lo legal entre comillas (risas). De la mala vida sí salí. A mí nadie me puede decir que no se puede salir de los vicios; yo lo he vivido, ¡y no saben lo que he vivido!
¿Tu música te está dando plata?
Mirá, te explico: con lo de las plataformas digitales, sí, sí entra plata. Cuando empezamos no teníamos idea de eso: no sabíamos subir música a ellas ni a las distribuidoras. Ni siquiera sabíamos cómo escucharnos en el canal de Youtube que tenemos.
Aprendieron mucho, entonces…
Sí, nos pusimos las pilas. Empecé a hacer videos y a sacar canciones. Después agarramos shows en boliches y viajamos a Cochabamba y a Llallagua. Estábamos a full con un tema que habla sobre el alcalde Percy Fernández, no humillándolo sino viéndolo como un tipo guaso al que yo admiro porque, como yo, él no se calla nada. Entonces ahí nos cayó la pandemia. No se pudo hacer nada en vivo, solo en las plataformas digitales.
A propósito de “guaso”, hay quienes así califican tus temas. ¿Qué podés decir al respecto?
Si alguien me dice eso en mi cara, mi primera reacción sería mandarlo a la mierda (risas), pero como no puedo tratar así a la gente, le diría que si le molestan mis canciones, que entre a Youtube y escuche otras. La verdad es que yo soy consciente de que mi música no va a gustarle a todo el mundo y no por querer agradarle a todos, voy a cambiarla. Quiero que la gente que se identifique con mis letras, ¡y ni siquiera que se identifiquen!, quiero que se diviertan con ellas. Eso, quienes no aprecien mis canciones, que escuchen otras cosas. Por último, no me importa lo que piensen (risas).