La cuarentena lo obligó a llevar su tienda AirShop a su casa; desde allí vende vía online. El negocio que partió de un hobby es hoy la pasión de muchos amantes de la aeronáutica.
Con los aviones, helicópteros y otros vehículos de aeropuerto fabricados a escala, los amantes de la aeronáutica podrían hasta dar brincos como niños en juguetería. La precisión y cuidado milimétrico en cada detalle de las piezas, muchas de ellas históricas, los enamoran. El publicista Eduardo Salvatierra es loco por esos artículos de colección, decoración y de regalo. ¡Buen regalo!
AirShop se llama la tienda que abrió en octubre de 2015, la primera en Bolivia y una de pocas en Latinoamérica dedicada a este rubro. Estuvo por tres años en el casco viejo de Santa Cruz y luego fue trasladada a la avenida San Martín. La cuarentena lo obligó a cerrarla y a trasladar sus productos a su casa. Continúa vendiendo vía online.
¿Cómo fue que nació AirShop?
Desde chico tuve el gusto de tener aviones a escala y siempre fue difícil encontrarlos. En un viaje que hice por trabajo a Estados Unidos, encontré una serie de modelos que eran espectaculares, a detalle y de calidad. A inicios de 2014 le escribí a un proveedor para decirle que yo quería comprar sus aviones. Casi un año me tuvo a vueltas, con el tema de que Bolivia no era su mercado. Yo le expliqué que acá teníamos pasión por la aviación y que había tradición aeronáutica en Bolivia por el Lloyd Aérea Boliviano. Lo convencí, pero me dijo que vendería a partir de 10.000 dólares.
¿Tanta plata?
Le acepté sin tener la plata y sin saber qué modelos le compraría y que se podrían vender acá. Hay que tener en cuenta que existen más de mil artículos. ¡Fue una locura! Mi primer pedido me llegó el Día de la Madre de 2015 y la tienda física la abrimos cinco meses después.
¿Cómo fue el recibimiento de la tienda por parte del público?
¡Fue una sensación! Es un negocio raro.
¿De dónde son los productos?
Los traemos de Estados Unidos, pero vienen de distintos proveedores que también manejan marcas alemanas, chinas e inglesas.
¿Qué busca la gente?
La gente busca principalmente lo que conoce. Un piloto de alas rotativas, es decir de helicópteros, pues busca helicópteros y sabe específicamente lo que quiere. Lo mismo que un loco de la aviación de ala fija, busca aviones. Cuando la gente no tiene idea de nada, pregunta. Normalmente nosotros recomendamos contándoles la historia que pudiesen tener ciertos artículos: si participaron en algún combate, los que han operado en Bolivia, etcétera. Los apegamos mucho a nuestros deseos del corazón. Yo no vendo por vender, yo les transmito una emoción.
¿Y qué es lo que más sale?
Normalmente los modelos icónicos: el helicóptero UH-1 Iroquois, que opera en Bolivia y operó en Vietnam; otra réplica muy vendida es la del Boeing 727, que voló el LAB y AeroSur.
¿Y hay algo que te pidan y no tenés?
Sí, la avioneta Cessna 206, un avión que opera mucho en Beni. Entonces, imagínate, me lo piden quienes deben buscar un avión que les recuerde su primer añito. Pero no lo tengo porque no lo haya pedido, sino porque es un modelo que no lo fabrican a escala; si bien es hermoso, no es tan representativo a nivel mundial. Pero también se da el hecho de personas que me piden que les venda aviones que son míos. Por ejemplo: tengo un avión del Lloyd que me costó 1.500 dólares y por el que me han ofrecido el doble, pero no lo vendería jamás, porque para mí el tema del coleccionismo no tiene precio. También tengo aviones que me regaló mi mamá que ya falleció; de ellos no me desharía ni por si acaso, por un tema sentimental.
Decime, ¿son caros estos productos?
Tenemos aviones de 2.600 Bs, ¡una joya de edición limitada! El más económico sale a 99 Bs, está diseñado para niños, es más o menos tosco, pero es muy finito. Si querés empezar en el coleccionismo, podría ser con esa pieza.
¿Qué pasó con la cuarentena?
¡Nos apretó a tal nivel que casi nos liquida! Le tiramos cuatro meses sin vender ni un solo modelo. Son objetos que entran en el nivel de lujo y el lujo fue uno de los primeros afectados a escala global tras la emergencia sanitaria. La gente solo quería quedarse en su casa, estar sana y lo nuestro no importaba. ¡Nos pateó la cuarentena! Entonces decidí cerrar la tienda y lo anuncié en un video. Pero la gente nos pedía que sigamos y ahí estamos, tirando la segunda ficha en el sentido de vender a través de Instagram, Whatsapp y Facebook. En el último mes hemos tenido ventas, a tal punto que estoy por hacer un nuevo pedido; pero yo siento de corazón que nos han comprado para ayudarnos y estoy muy agradecido por eso. Nuestros clientes son nuestros amigos.
Datos: Busca AirShop Bolivia en Facebook e Instagram. Su Whatsapp es: 77010444