ÉRICK Y DAVID CREAN VASOS A PARTIR DE BOTELLAS DESECHADAS

ReciGlass lleva año y medio de producción. Tiene colecciones sobre las leyendas, la flora y la fauna de Santa Cruz, y un vaso para medir el nivel de borrachera.

Lo de ellos es innovar, reutilizando botellas de vidrio que ya fueron usadas. Érick Campos y David Canido son dos ingenieros ambientales que cansados de estar metidos en el campo casi todo el tiempo, decidieron crear una empresa que los mantenga cerca a sus familias. Así nació ReciGlass.

Querían ser amistosos con el medio ambiente y generar una cultura de reciclaje, aunque lo de ellos no tiene nada que ver con la fundición del vidrio ni cosa parecida. Lo que hacen, con máquinas que crearon a partir de investigaciones en internet, es cortar botellas en diferentes tamaños y, ¡zas!, obtienen vasos que luego son serigrafiados con diferentes motivos.

Obviamente el primer paso es la recolección de las botellas y para eso tienen a un grupo de acopiadores, los mismos que se dedican también a buscar papel, aluminio y cobre que la gente desecha. Claro, a Érick y David solo les interesan las botellas, que también les llegan de boliches. Luego, todo el material se lava y, según la forma que tengan se corta. El serigrafiado vendrá después, también hecho tras un minucioso estudio: se espera que sean lisas y transparentes para que los diseños hechos por un estudio creativo sean plasmados sin problema.

La empresa lleva año y medio trabajando con alrededor de una decena de funcionarios, y antes se pasaron seis meses haciendo pruebas. «Dijimos que mientras no tuviésemos un producto aceptable, no lanzaríamos nada», dice Daniel. Y resultó que sacaron al mercado un conjunto de vasos que, salvo los que conocen el negocio, nadie imaginaría que se trata de botellas que ya fueron usadas. Los six packs de la cerveza Corona son los únicos evidentes, por el logo; los demás, que se venden de forma unitaria, pasan por piezas salidas de fábricas de vajillas.

Y claro que es así, las temáticas con las que lanzan sus productos ayudan muchísimo. Así tenemos la colección “Mitos y leyendas”, con el carretón de la otra vida, el duende, la viudita y el guajojó, y “Flora y fauna”, una serie que muestra nuestra naturaleza. Todos fueron exitosos, pero el que se lleva el máximo galardón es el vaso bautizado como Fernetómetro, hecho “pa’ medir tu nivel de yema” (para quienes nos lean fuera de Santa Cruz: para medir tu nivel de borrachera). Y por si alguien o una empresa quiere vasos personalizadísimos, ReciGlass los puede hacer. Ya saben: no todo es basura, se puede reutilizar y vale la pena.