MAYRA MERCADO CREA JOYAS CON UN CONCEPTO DE ENERGÍA Y CONEXIÓN

Triscelle tiene piezas de oro blanco, amarillo y rosado, y de plata. Utiliza piedras preciosas como esmeralda, rubí, zafiro y turmalina, y semipreciosas como la bolivianita.

Mayra Mercado Román es una ingeniera comercial que crea joyas con colores y texturas inspiradas en lo que le provoca admiración y la cautiva, desde la naturaleza hasta el mismísimo Illimani. Con un concepto de energía y conexión, son inherentes a sus colecciones soles, lunas, búhos, mariposas y la lemniscata, también conocida como símbolo del infinito. Sus diseños se han mostrado en varias ferias artesanales de la ciudad de La Paz, conquistando a mujeres, hombres y niñas.

Inició el negocio hace siete años, cuando recién convertida en madre pensó en la forma de generar ingresos sin descuidar la crianza de su niño y estar pendiente de su hogar. Su talento para dibujar la llevó a diseñar joyas: anillos, aretes, collares, entre otros accesorios, que decidió elaborar con plata 9.25 y oro de 18 kilates. Así surgieron sus primeras obras que pronto encontraron dueños.

Su marca es Triscelle, una figura que según la cultura celta representa la evolución y el equilibrio entre cuerpo, mente y espíritu. Mayra tiene claro que el negocio que emprendió en plena maternidad la llevó a un crecimiento personal y constante, el cual se ve plasmado en cada colección que presenta.

La creativa trabaja con oro blanco, amarillo y rosado proveniente de Los Yungas, mientras que la plata le llega de Potosí. Además, utiliza piedras preciosas como esmeralda, rubí, zafiro y turmalina, y semipreciosas como la bolivianita. Bocetea hasta conseguir el diseño perfecto y lo mismo sucede si se trata de un pedido especial: se deja guiar por el cliente con el objetivo de lograr lo soñado.

Sus joyas, casi todas con un sentido minimalista y juvenil, se venden por Facebook y en su domicilio, donde está en permanente contacto con su familia, tal como lo quería. Su empresa nació como una necesidad maternal y es un éxito.