Ambas tienen chispas de chocolate y su particularidad es que no empalagan.

Milena inició su negocio durante la cuarentena. Sus galletas las vende a pedido.
Milena Sánchez Britto elabora dos tipos de galletas: Mini es la más pequeña, y Kuka, la grande. En honor a la de mayor tamaño, de 100 grs, el negocio lleva su nombre. Ambas tienen chispas de chocolate y su particularidad es que no empalagan. «Cuando consumimos algún postre, suele ser un poco complicado darle el segundo bocado o querer otra porción. Nosotros cuidamos de que eso no suceda con nuestras galletas; se pueden repetir», indicó la repostera.
Bajas en azúcar, sin aditivos y horneadas en el día, las Kuka nacieron para hacerse querer y desear por la gente. «Que se sientan que son caseritas», puntualizó Milena, que inició su negocio en la cuarentena por el covid. ¿Por qué el nombre? Salió de una frase que escuchó en la serie televisiva Los Simpsons: “A la grande le puse Kuka”. Empezó vendiendo el combo de galletas chiquititas con una grandota.
Su clientela amó las más grandes; así que empezaron a venderse por separado. Milena no tiene un espacio físico para la venta, las lleva a snacks, quioscos de colegios y adonde se las pidan, incluso algunos restaurantes.
Cabe mencionar que esta emprendedora aprendió su oficio a base de prueba y error, siguiendo tips de tutoriales en YouTube; antes era asesora de ventas en una tienda de ropa y estudiaba Derecho. «La pandemia nos encerró en nuestras casas y nos puso creativos; tuvimos que buscar nuevas formas de subsistir», indicó. ¿De qué sabores podemos encontrar sus productos? Las masas pueden ser de óreo, almendra, red velvet, chocolate…
Milena sueña con tener una cafetería, que funcione también como un punto de producción de sus galletas y otros alimentos: «Me encanta la idea de que haya postres y comida salada; que sea un espacio donde las personas puedan ir a desestresarse, a conversar y también a trabajar con sus laptops. ¿Por qué no? Sería muy bueno».