TRES AMIGOS CREARON LA PULPE, UNA PROVEEDORA DE ALIMENTOS CONGELADOS

Los tamales de La Belita y los crocantangos de Yapa son los productos de mayor demanda, pero hay varias opciones para el desayuno, la merienda, el almuerzo y la cena

¡Cómo no recordar las pulperías de barrios! Tiendas que generalmente eran atendidas por abuelitas, en las que se juntaban las vecinas para proveerse de alimentos y de prácticamente todo lo que necesitaban en el hogar. Y, claro está, también lo hacían para intercambiar recetas de remedios caseros y para sacarle el cuero a alguien. Ya no quedan muchas en Santa Cruz de la Sierra, y como una forma de recordarlas es que Wilma Montemuro, Britta Šoljančić y Enrique Menacho bautizaron su negocio de alimentos congelados como La Pulpe.

El fotógrafo y su esposa, Wilma Montemuro, se asociaron con Britta Šoljančić, chef experta en culinaria saludable. El emprendimiento surgió en plena cuarentena, ante la necesidad de la ciudadanía de abastecerse de productos comestibles excelentes y con precio justo. «Somos una cadena de pequeños productores artesanales», explica Britta. «Ofrecemos diferentes opciones para todas las comidas del día: desayuno, merienda, almuerzo y cena».

Y para garantizar que las comidas sean sanas, honestas, artesanales, sin conservantes y absolutamente deliciosas, se proveen de La Belita, Delicity, Yapa, Petricor y La Parisiene, cuyos productos son cuidadosamente seleccionados y gozan de la confiabilidad de los tres socios y de sus clientes respectivamente. A través de La Pulpe, estos llegan en coolers a los hogares mediante un servicio de delivery propio de la empresa, así mantienen la cadena de frío.

Disfrutar de lo que tiene La Pulpe es fácil: solo basta solicitar el menú del día a un número de Whatsapp y realizar el pedido. Sí, como si fuese una auténtica pulpería de antaño, manejando todo de forma “caserita”. Los amigos coinciden en una recomendación: ¡Hay que comer! Pero a la hora de decantarse por un plato en particular, Britta sugiere los almuerzos de Delicity, Enrique los tamales de La Belita y Wilma los crocantangos de Yapa; los dos últimos son justamente los que han tenido mayor demanda. «Santa Cruz no deja de sorprendernos. ¡Sabíamos que no había dónde pelarle con las comidas!», indica la chef del grupo. Y, a propósito, ¿saben qué son los crocantangos? Pues son croquetas de majadito de pato con centro de queso provolone ahumado. ¿Se les antojaron?