By La cuarentena obligó a que el negocio se enfoque solo en empanadas. Las hay de strogonoff, hawaianas, con dulce de leche, de guayabada y de queso.
Cuando Willy Égüez concluyó la carrera de Ingeniería Comercial hace cuatro años, buscó un negocio en el que pueda poner en práctica todo lo aprendido y, claro está, ser su propio jefe. Así nació La Cafetera, un servicio de horneados típicos de Santa Cruz, como cuñapés, roscas, sonsos y empanadas… Con la emergencia sanitaria provocada por el Covid-19, surgieron cientos de vendedores de estas delicias en las redes sociales y también tenían el plus del delivery. Entonces había que reinventar la empresa.
La Cafetera ahora se especializa en empanadas. Las tiene de queso, italianas, de strogonoff, hawaianas, con dulce de leche y de guayabada. ¿Has probado alguna? Willy asegura que si lo hacés volverás por más. «La mayoría de nuestros productos no hay en otras partes de Santa Cruz», indica. «Decidimos hacerlos para darle una vuelta al negocio y poder sobrevivir ante la situación que se vivía en todo el país».
Cuatro personas son las encargadas de elaborar las empanadas para atender los pedidos online y el punto de ventas que a finales de diciembre la empresa estrenó en el supermercado Makro Parque (4to anillo y avenida Paraguá). Todas se acaban tanto en la mañana como en la tarde, incluso las de strogonoff son requeridas a la hora del almuerzo. Sin embargo, el producto estrella es la empanada de queso que, según dicen, no es comparable con ninguna otra.
Dado el éxito, Willy vio con buenos ojos la apertura de salones de té en un futuro próximo, para ello está buscando inversionistas. El joven emprendedor confía en la mejora de la situación económica del país y en el buen gusto de la gente para elegir productos deliciosos y de calidad, pero que además guarden las medidas de bioseguridad que estos tiempos exigen.
