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MAMI VILMA, EL HOTEL BOUTIQUE QUE ENAMORA EN ROBORÉ

Con apenas seis habitaciones, es el sitio perfecto para evitar aglomeraciones y hospedarse en la “Perla del Oriente”. Su personal lo puede guiar en sus próximas vacaciones o, si lo prefiere, evitarle molestias al alejarse del mundo

Mami Vilma es un hotel boutique en Roboré, situado a tres cuadras de su plaza central, lejos de bullicios y con el río corriendo por su parte trasera. Fue planificado hace tres décadas; la idea era brindar a la “Perla del Oriente” otra opción de hospedaje, pero con la particularidad de que sus visitantes sean atendidos de forma personalizada. Se inauguró en 2013 con el nombre de la matriarca de la familia Suárez Áñez.

Está construido en el terreno donde aún se levanta la casa de los propietarios, con gigantescos árboles de mango en el ingreso. Su arquitectura guarda el estilo de las encantadoras casonas coloniales de antaño, con seis habitaciones de amplios ventanales y una galería común para el descanso en hamacas y para tomar con tranquilidad el desayuno. De hecho, si está buscando un lugar para perderse del mundo y olvidar el ajetreo de la ciudad, este es el indicado.  

Doña Ruby Suárez lo ideó y dos de sus hijos, Mauricio y Marcelo Ávalos, lo ejecutaron arquitectónicamente. De su manejo se encargan ahora ellos y su hermano Diego. Conscientes del potencial turístico de Roboré, los tres tienen la premisa de atender al huésped con calidad, de manera de hacerlo sentir mejor que en su propia casa. El hotel distribuye sus piezas en matrimoniales, triples, cuádruples y familiares; estas últimas son tipo departamentos: cuentan con una pequeña sala y área de secado de ropa. Todas las habitaciones ofrecen el servicio de televisión por cable, baño privado, acondicionador de aire y frigobar. Asimismo, tiene un espacio amplio para el estacionamiento de vehículos.  

Ante la emergencia sanitaria por el COVID-19, el hotel implementó medidas de bioseguridad al abrir nuevamente sus puertas. Y si bien el turismo en el pueblo se ha visto afectado desde el año pasado por los incendios forestales, el Mami Vilma ideó una interesante campaña de marketing para cuando la normalización haya vuelto a la zona: «Promocionamos un voucher de cuatro noches para dos personas con el 50 % de descuento, válido a partir de la liberación del turismo (en septiembre pasado) hasta marzo de 2021, con restricción en algunos feriados», explica Mauricio.

Los hermanos Ávalos conocen a cabalidad la oferta turística de Roboré y de las poblaciones en sus alrededores. Con sus padres y parientes visitaron desde pequeños cada uno de los lugares: los balnearios del Chorro y de San Manuel, el chorro de San Luis, el Calvario del barrio San Francisco, las cascadas de Los Totaisales y, por supuesto, el Santuario Mariano de la Torre en Chochís, el río termal de Aguas Calientes y los miradores del Valle de Tucabaca en Santiago. En el hotel Mami Vilma, los huéspedes pueden recibir los mejores consejos para llegar a cada uno de estos sitios y disfrutarlos al máximo. 

La reactivación del turismo ya está en marcha en la Chiquitania. Autoridades, empresarios y la población que vive mayoritariamente por el movimiento generado por los visitantes, confían en que los próximos meses serán positivos. Saben que la pandemia aún nos está rondando, pero que es necesario aprender a vivir con ella y cuidarnos de ella con el lavado de manos, el uso de alcohol, guardando distancias y evitando aglomeraciones. Mauricio Ávalos da un consejo al respecto: «Si quiere disfrutar de Roboré, no venga en feriado».

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