Su idilio con la moda empezó en su adolescencia, cuando trabajaba en el taller de su tía, la recordada diseñadora Beatriz Canedo Patiño. Heredó su empresa y su objetivo es conservar su legado y hacerlo evolucionar con su estilo
El aire afrancesado, los diseños refinados y la belleza de los tejidos de camélidos convirtieron a Beatriz Canedo Patiño en un referente de las casas de moda de Bolivia. Tras la muerte de la creativa en 2016, la dirección quedó en manos de su sobrina, Deanna, en quien recayó toda la historia de la emblemática “reina de la alpaca”. Con ella, la modista más internacional que haya tenido el país se aseguró que su legado de distinción, buen gusto y calidad en las prendas de vestir sobreviviría en el tiempo. Veamos por qué.
Deanna Canedo es paceña, de raíces estadounidense, rusa, irlandesa, escocesa y española. Creció en más de seis países y fue esa experiencia la que la hizo apreciar la diversidad cultural y su deseo por conocer el mundo. Su tía fue su mentora desde su adolescencia, ella la impulsó a formarse profesionalmente para, un día, sucederla en el mando de su empresa; de allí que haya obtenido los títulos de Administración de Empresas, Relaciones Internacionales y Comunicación. Fue como el proyecto perfecto para que ella continúe con el negocio cuando Beatriz hubiese fallecido.
¿Cómo asumió la dirección creativa de la casa de diseño BCP?
Regresé a Bolivia antes de la partida de mi tía para ejecutar el plan de transición y asumir la dirección de la casa de moda. Fue un programa de vida en el que ella influyó para que yo pueda realizarme como profesional en diversos cargos en el exterior. Con esa experiencia diversificada, ella sabía que podría asumir las funciones de la empresa en su debido momento.
¿Qué es lo más valioso que heredó de su tía?
La importancia de los detalles, tanto visibles como invisibles, y la obsesión por la perfección en toda la operación, desde la confección a la atención personalizada. Por otro lado, heredé el respeto por trabajar con textiles tan nobles como el de los camélidos, apreciar su versatilidad y ser íntegra en la creación de diseños sobre los mismos, resaltando sus virtudes naturales. Y debo agregar que también heredé el hecho de apuntar siempre por el buen vestir según la persona, ocasión y, sobre todo, estilo propio.
¿Cómo han sido estos años al frente de la empresa?
Continúo con el legado de nuestra fundadora y aseguro que la estética e integridad de la marca se mantengan: elegancia, acabado impecable y, sobre todo, calidad superior. Mi enfoque es que la casa BCP se mantenga fiel a su característica internacional, conservando la pureza de sus diseños, logrando unir lo atemporal con lo actual y lo sofisticado con lo práctico. Me enorgullece comentar que en mi primer año diversificamos la confección en materiales ecológicos y nobles como el cashmere, el mohair y la seda, como parte de una propuesta nueva y única en el mercado de tejido en punto, creando así la nueva línea BCP Punto.
¿Qué es lo que más extraña de su tía?
Siempre contemplaba su elegancia y carisma, como muchos que tuvieron el placer de conocerla. Tengo recuerdos muy especiales de cuando viví y trabajé con ella a mis 14 años. La experiencia en su atelier fue decisiva para mí, sabía que quería ser parte de su misión y afirmé mi sueño. Ella era una mujer que contagiaba su pasión y compromiso de responsabilidad social. La recuerdo con mucho amor y admiración como una mujer visionaria y emprendedora, con la misión inquebrantable de establecer el sello “hecho en Bolivia” como sinónimo de la más alta calidad de la industria de la moda internacional. Además, tenía un corazón generoso.
¿Existe algo que no pueda faltar en las prendas BCP?
Hay varias cosas, como la confección a mano y el acabado perfecto que se refleja en nuestra calidad. En términos de diseño, están las siluetas atemporales donde incorporamos nuevos elementos y técnicas de personalización para que cada pieza refleje la identidad y originalidad de cada mujer y hombre BCP. Esas técnicas de personalización hacen únicas las prendas: los detalles de bordados y la incorporación de apliques en tejido en punto, utilizando telas de vicuña, alpaca y llama, la seda, organza, mohair, algodón pima y chiffon, por nombrar algunos.
¿Sigue usted un proceso de creación para cada temporada?
Como casa de diseño no seguimos el calendario tradicional de presentación de una o dos colecciones al año, puesto que al dedicarnos a la alta costura realizamos varias colecciones “cápsulas” anuales que responden a una estética y coyuntura. Como es tradición de la marca, esta presentación se convierte no solo en una plataforma para transmitir una dirección o concepto creativo de la colección, sino que también busca apoyar una causa social.
¿Sigue el proceso de elaboración de las prendas como lo hacía su tía?
Siempre; al igual que ella constato la calidad de todo. Nuestro equipo cuenta con muchos años de experiencia y un maestro trabaja sobre cada pieza, asegurando así la perfecta confección y la calidad. En el atelier preservamos el arte en la alta costura.
¿Dónde están vendiendo ahora la marca?
La pandemia nos afectó como a todas las empresas en Bolivia. Sin embargo, a través de nuestra plataforma virtual BCP Personal Shopper hemos logrado mantener a la clientela internacional. El año pasado relanzamos la marca con la colección “Viento”, que fue nuestro retorno oficial a las pasarelas; esa colección fue presentada con mucho éxito en Bogotá y Londres. Actualmente apuntamos a replicar nuestros esfuerzos de comercialización exclusiva en mercados latinoamericanos, europeos, Estados Unidos y Asia.
¿Quién es Deanna Canedo Patiño?
Soy una mujer apasionada por mi trabajo. Soy una mujer que ama, que se inspira en la naturaleza y que es firme en sus convicciones.
¿Qué significa para usted ser elegante?
La elegancia puede ser una de las características de una pieza acabada, sin embargo, quien da “vida” a esa elegancia es la persona. Por eso me identifico con la reflexión de Coco Chanel: “Si una mujer está mal vestida, notas el vestido. Si está impecable, notas a la mujer”.
¿Cómo es usted en su hogar?
Tranquila. Disfruto del tiempo para mí misma después de la intensidad de un día. Me sumerjo en la música, la gastronomía y, sobre todo, gozo de la compañía de mi perrita rescatada Chloe o, como le dicen los maestros del atelier, de “la vicuñita”.
¿Alguna vez le ha faltado inspiración para crear?
No es un tema de falta de inspiración; como todo artista me puedo “bloquear” y no hay que forzar el proceso de creación. En ocasiones como esas, recargo mi creatividad en la naturaleza y la música.
¿Cuál es la línea en la que usted se siente más a gusto creando?
Definitivamente, BCP Mujer; en cada diseño celebro la feminidad y la apreciación de los detalles de la mujer.
¿Qué me dice de los hombres elegantes?
Caracterizo la elegancia masculina como el arte de saber vestir desde el punto de vista de ellos: sobre todo, prima el lado técnico de la prenda, por ejemplo: un bolsillo interno para su móvil y billetera que no deforme la pieza. Por supuesto, también importa el corte y la confección a medida, el acabado y nuevamente los detalles.
¿Y los camélidos, los están cuidando?
Tenemos una alianza con Wildlife Conservation Society Bolivia, una organización que protege a los camélidos y supervisa que el proceso de esquila sea ético y responsable con las comunidades de Apolobamba. Asimismo, continuamos la vocación de nuestra fundadora comunicando, educando e informando a la población sobre las virtudes de las telas y lanas de camélidos, evidenciando que toda la cadena de suministro no daña el medio ambiente donde viven.
¿Viene alguna colección?
Durante la pandemia, en vez de reaccionar impulsivamente, decidimos hacer una pausa para reflexionar y analizar la nueva conciencia global del sector del lujo, para así, como siempre, desarrollar programas donde el consumidor sea nuestro centro. Basados en esa pausa fue que empezamos a innovar con distintos materiales, combinando por ejemplo la organza con la vicuña o el lino con la seda. Así creamos piezas que, sin duda, formarán parte de la nueva colección que presentaremos al mundo el próximo año; una colección que reflejará optimismo.
¿A qué tipo de mujer dirige sus diseños?
La mujer BCP ha evolucionado; apuntamos nuestra propuesta a una mujer versátil, segura, contemporánea y que cumple varias funciones y roles que le demanda su entorno: de lo informal a lo formal, pero sin perder la elegancia, comodidad y originalidad. Es una mujer que valora el lujo verdadero, que aprecia los materiales nobles y las piezas únicas personalizadas y hechas a medida en la más alta calidad.
¿Qué planes tiene a futuro para BCP?
Lo primordial es encontrar el balance entre la conservación de un legado y la evolución del mismo; un balance que nos permite reforzar nuestro posicionamiento a escala internacional como marca pionera.
Créditos: Fotógrafo: David Illanes
MUA: Paola Romay
Asistente de producción: Josué Mendoza