Emprendedores

EN SUCRE, MARÍA JOSÉ PACHECO ENDULZA CON SUS ALGODONES

Candyland es un servicio de catering que empaquetó la tradicional golosina para venderla en supermercados. La emergencia sanitaria contribuyó al éxito del producto

Candyland es el nombre de los algodones de azúcar que vende María José Pacheco en Sucre. Allá nació este emprendimiento, justo cuando el país necesitaba de noticias y cosas dulces. En noviembre de 2019, con su familia –dueña de un servicio de catering– quiso empaquetar su producto estrella para venderlo en supermercados y luego, con la cuarentena, quedó claro que la idea fue una genialidad. Estaba pensada con anticipación, pero por falta de tiempo fue postergada hasta que llegó el momento indicado.

María José es administradora de empresas y funcionaria del Banco Mercantil Santa Cruz. Candyland es su trabajo secundario y en estos tiempos una fuente importante de ingresos. «Tenemos una pequeña planta de producción donde fabricamos algodones de azúcar en 10 sabores actualmente, en la presentación normal y gigante», cuenta. «Hemos tenido un maravilloso recibimiento; estamos en supermercados, micromercados y tiendas de barrio». Asegura sentir una gran satisfacción al ver a la gente emocionada por encontrarse con su producto; sabe de los recuerdos que evoca esa golosina formada por hilos de azúcar derretido, tan popular en todo el mundo.

Como lo vende Candyland, el algodón de azúcar tiene sabores y una textura diferente a los que podemos encontrar en la calle suspendidos en un palito. Claro, ellos siguen una receta especial y todas las medidas de salubridad.     

María José agradece por el éxito alcanzado a Héctor, “Male”, “Verito”, Milena, Rodrigo y Sonia, que conforman el equipo de catering, casi siempre dedicado a eventos infantiles. Asimismo, Sonia, Vania y Benjamín son el trío dedicado a la producción y comercialización del algodón empaquetado. «¡No puedo dejar de nombrarlos! Con sus consejos técnicos, financieros y de logística, ellos y mi familia han contribuido enormemente a que empecemos con esto y a que cada día consigamos más personas enamoradas de nuestro algodón», indica. Si bien la emergencia sanitaria trajo días difíciles y obstáculos para todos, la joven empresaria cree que también impulsó al desarrollo de las ideas y proyectos como el suyo.

Mensualmente, Candyland vende alrededor de 3.000 paquetes de algodones de azúcar. Le ayuda el no tener competencia (en la ciudad solo están los algodones hechos artesanalmente y de forma ambulante). Y, por supuesto, el hecho de ofrecer un producto higiénicamente garantizado, en estos tiempos donde la ciudadanía busca la prevención de cualquier enfermedad, es un plus a destacar y para tener en cuenta.  

Visite en Facebook: @Candyland

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