El presentador está en plena reingeniería de sus programas, reinventándose y mutando a lo digital. Hace poco, “Posdata” cumplió 26 años en la televisión nacional, un verdadero logro considerando las veces que su voz ha sido amenazada
Cuando Juan Carlos Arana se pone frente a las cámaras de televisión su audiencia puede esperar la mejor información, grandes entrevistas y entretenimiento puro. Son más de 35 años los que lleva como periodista, 26 de ellos dedicados a “Posdata” y 10 a “Vinos y Notas”, dos programas hechos de forma independiente, lo que no necesariamente significa que hayan sido fáciles de producir.
“Posdata” estuvo de aniversario hace poco y personajes de diversos ámbitos le hicieron llegar sus felicitaciones. Sus 26 años cumplidos abarcan 6.762 emisiones y 32.000 entrevistas; además de coberturas y notas en 54 países. ¿Qué dice su presentador de esto? «Siempre tienes que pensar que puedes hacer mejor las cosas y corregir las imperfecciones, dice». «Ahora los tiempos y auditorios te obligan a ser más creativos, a que te reinventes cada año. Hay que mutar a los medios digitales». En esa reingeniería, el programa usa las redes sociales y crea productos exclusivos para ser vistos en internet.
Hace 26 años ni por si acaso imaginábamos que iba a existir la tecnología de hoy y que tendríamos que adaptarnos a lo digital…
¡No solo eso! Yo jamás hubiera imaginado la intolerancia política, que por cierto no fue exclusiva del MAS. A lo largo de estos 26 años hemos tenido a varios poderosos amenazándonos de muerte, con cerrar nuestras emisiones, tratando de condicionarnos y haciéndonos echar de los medios de comunicación. Así que llegar hasta aquí ha sido desafiante por dos aspectos: por el desarrollo del periodismo como tal y por los políticos que te ponen en jaque como periodista.
¿Y cómo se sobrevive a eso?
Con mucha imaginación y un equipo de trabajo increíble. Y lo más importante: tratando de no desfallecer. Somos tercos, hemos querido siempre seguir, más allá de las circunstancias.
¿Qué tal el apoyo de la gente?
La Paz es una ciudad muy particular, a veces se polariza y otras se distiende. ¿Pero sabes qué es lo bonito y que hace poco lo hablábamos con Amalia Pando? Cuando la gente siente que haces un buen trabajo es generosa contigo y te da buena energía. Como yo soy catedrático en tres universidades, ando en seminarios y soy maestro de ceremonias, pues tengo contacto permanente con la gente. Eso hace que en la calle alguien me vea y grite: “¡Ah, es el gordito de ‘Vinos y Notas’!”. Esa buena impresión se siente bien y la agradezco. No sé si habrá admiración porque no me corresponde decirlo, pero sí sé que hay una buena onda por el trabajo que hago.
Debo confesarte que tu programa “Vinos y Notas” me gusta más que “Posdata”…
(Risas) Lo planifiqué para tres meses y ya tiene 10 años. Desde jovencito quise ser músico, pero me ha faltado valor y talento (risas), por eso tenía que haber un programa para satisfacer mi gusto, porque no es un espacio rentable. Por él han pasado todos los artistas nacionales y una buena cantidad de artistas extranjeros, como Alejandro Lerner, Sui Generis, Nicho Hinojosa…
Es que la cantada con guitarreada es mucha cosa…
¡Claro! La idea era rescatar eso tan lindo que he vivido en el oriente, en Santa Cruz, y que los collas lo hemos traído acá; es hermoso eso de sentarnos a compartir, manotear una guitarra de palo, acordarnos de canciones de todo tipo y géneros. Así hemos convertido el programa en una plataforma para que los cantantes y grupos lancen sus inspiraciones para que la gente los siga en Spotify y otros sitios. Se volvió una trinchera o como alguno de los invitados me dijo: “Es la casa del artista, nunca la cierres”.
Oye, y ambos programas no han necesitado de mujeres bailando junto a vos…
Tenemos un público leal que quiere contenido. Ese público sabe que lo que le vamos a dar es un contenido serio y que lo que estamos diciendo no es porque alguien nos esté poniendo tres quintos, sino porque así sentimos las cosas.
Decime, ¿qué rol tiene tu esposa Carmen (Cordero) en tus programas?
En realidad ella es la jefa, ¡yo soy el albañil! La que dirige la obra es ella y ha tenido el talento de estirar tres pesos hasta volverlos cien para que podamos seguir funcionando. Ahora le debemos a cada santo una vela, porque no hay otra manera de tener o hacer cosas cuando no pasaste la barda de la corrupción o de la política. Hemos invertido lo que teníamos y hasta lo que no teníamos para hacer realidad nuestros sueños, y hacerlos bien.
Hay algo que también te distingue: la buena pinta. Siempre te he visto impecable…
El buen vestir es fundamental, es parte del respeto hacia tu audiencia. Creo que siempre te tienes que preparar y producir para quienes te están viendo en sus hogares. Algunos medios han sido generosos y me han calificado como el presentador mejor vestido de La Paz. No me fatigo en pensar si eso es verdad.
Te conozco hace más de 10 años. Tus hijos ya deben ser adultos…
Mi hija María Paz (28) es diseñadora gráfica y está más dedicada a ser cantante; canta rock y he tenido un programa de “Vinos y Notas” con ella muy bonito, fue algo especial tenerla como invitada. Mi hijo Javier (27) es piloto de Amaszonas; alguna vez has estado en sus manos cuando has volado (risas). Al tercerito, Javier (17), le tocó este año ser bachiller y está completamente frustrado porque su acto de graduación y todo lo que tiene que ver con la ‘promo’ no lo ha podido tener por la pandemia. Ellos son el centro de mi vida.
Obviamente te gusta el vino, ¿cuál te gusta tomar?
Todos, depende de mi estado de ánimo y de la circunstancia. A veces prefiero uno fuerte, con cuerpo; y, otras, algo bien suave.
¿Y tenés buen diente?
Tenía, ahora los tiempos y la diabetes me han cambiado. Pero me gusta cocinar y me encanta ser anfitrión. Cocino de todo un poco, pero creo que lo que me sale menos mal es la paella de mariscos o unos chilaquiles mexicanos.
¿Qué proyectos tenés en mente?
Mirá, aún estamos en la reinvención. Actualmente estamos trabajando en una aplicación llamada Bolivia Tres en Cinco; será un medio de comunicación de noticias para todo el mundo, con la participación de Tuffí Aré, Carlos Valverde, Casimira Lema y Robert Brockman. En época de crisis reinvéntate, invierte y sigue para adelante.
¿Creés que vamos a salir de esta?
¡Sí, señor! Vamos a salir adelante porque somos buena gente, no tenemos por qué caernos. Tenemos mucho que perder y poco que ganar si es que nos dejamos caer.